Washington reiteró esta semana su apoyo a la opositora Asamblea Nacional, electa en 2015, como el “único vestigio democrático del país” y resaltó que su “enfoque” sobre Nicolás Maduro, a quien cataloga como “ilegítimo”, no ha cambiado.
Refiriéndose al posible reconocimiento de otros países a Nicolás Maduro, el funcionario dijo a la VOA que si el trato de los gobiernos “empuja” hacia unos fines específicos sería “apropiado”.
Entre los requirimientos, Nichols destacó que la comunidad internacional pueda “insistir en que el régimen de Nicolás Maduro forme parte de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, que acepte las recomendaciones de la misión de observación electoral de la Unión Europea y que se respeten los derechos fundamentales de las personas”.
Para la Administración Biden, dijo, lo importante es apoyar un proceso democrático en Venezuela, lo cual pasaría por las negociaciones en México entre Maduro y la llamada Plataforma Unitaria, que aglomera a varias voces de la oposición venezolana.
Consultado por la VOA, Nichols indicó que el gobierno estadounidense no descarta la posibilidad de “modificar la reglamentación” interna para permitir que la Asamblea Nacional de 2015 pueda supervisar los activos del Estado venezolano en Estados Unidos, entre ellos la filial petrolera de Petróleos de Venezuela, Citgo. El funcionario resaltó que los cambios al estatuto se harán “si es necesario”.
Agregó que en la Casa Blanca están a la espera de la forma que tomará el extinto gobierno interino. “Aún no sabemos precisamente la forma que va a tomar, porque aún están debatiendo dentro de la Asamblea Nacional (de 2015)”.
Información y foto de VOA