El profesor Ulises Rojas, vicerrector académico de la Universidad de Carabobo, emitió un comunicado acerca de la reciente visita del presidente Nicolás Maduro y el gobernador Rafael Lacava a la máxima casa de estudios, en el que aseguró que «detrás del acto hay una vitrina publicitaria y propaganda política».
A continuación el escrito íntegro del profesor Ulises Rojas
La concurrencia fraternal y colorida del presidente Maduro, el gobernador Lacava y la Rectora de la Universidad de Carabobo, efectuada en el Oncológico «Dr. Miguel Pérez Carreño» en el Campus Bárbula, debería de ser de gran agrado para nuestra comunidad académica; eso si contáramos con gobernantes que respetasen las reglas de la democracia pluralista como norte de su conducta. Sin embargo, todos sabemos, que detrás de ese acto se esconde una vitrina publicitaria y propaganda política, en la cual, el gobernador Lacava y Nicolás Maduro, ahora se presentan al pueblo carabobeño como redentores de una situación ruinosa, que ellos mismos contribuyeron a crear y que constituye, una vergüenza ética y moral para la sociedad.
Quienes hemos dedicado nuestras vidas a recibir e impartir conocimientos, debemos hacer lectura objetiva y sincera de lo ocurrido y ubicar el hecho en el contexto de lo vivido en la academia carabobeña y venezolana, desde el año 2014, cuando se implementó «un plan de tierra arrasada» que financieramente ha ido estrangulando paulatinamente, como institución, nuestro desarrollo científico, pedagógico y tecnológico.
Estamos bien claros que al régimen no le interesa en lo más mínimo tener una universidad libre, pensante, de avanzada en los campos del saber y del quehacer, es decir, una universidad verdaderamente autónoma. Por el contrario, su interés primordial es promover universidades dóciles, obedientes, rémoras modernas para el conocimiento y la tecnología, que bailen al son de los tambores de Miraflores y sus oscuros intereses educativos.
Eso explica por sí, la doble iniciativa política; destruir la universidad autónoma y establecer a la larga una universidad paralela, que se usa más como brazo de ideología socialista que como ágora del saber; y ningún universitario se debe prestar para ese juego. Todos los universitarios sabemos el doloroso y ruinoso camino que hemos sufrido en la última década. Los ardides, zancadillas y trabas implementadas desde el gobierno central, para asfixiar la academia en nuestro país, en su afán de someterla.
Todo ucista conoce a cabalidad los destrozos hechos a la infraestructura, los cuales quedaron impunes, así como la pérdida de autonomía administrativa, de prestaciones sociales y de conquistas contractuales; la indebida e ilegal implementación del paquidermo jurídico conocido como ONAPRE; la destrucción de nuestros sueldos y salarios a un nivel vergonzoso e inútil, que transforma la dignidad profesoral en rostro de mendigo tropical; la pérdida de becas y la importante merma de servicios estudiantiles. Eso y más sabemos todos los carabobeños y los habitantes de centro del país.
Importante es recordar, que nuestras modernas edificaciones universitarias fueron diseñadas por nosotros mismos, aquí en nuestra universidad. Siempre fueron llevados proyectos a Caracas para su estudio y aprobación. Y así fuimos conformando poco a poco el Campus universitario. Hoy es al revés. Es por orden ejecutiva presidencial, que se presentan en ejercicio de una aparente y delirante nobleza y bonhomía revolucionaria, y en donde se empodera a una comisión presidencial, encabezada por Jackelin Farias, para que presenten informe de la debacle y ruina actual y comenzar así la “restauración” de lo destruido por el mismo régimen.
Algo parecido a un cuadro antiguo de Alcapone llorando sus propias víctimas; que se ofrezca cumplir con la garantía constitucional del derecho a una educación de calidad y al trabajo para llevar una vida digna, es su obligación, no una dádiva, su deber es, cumplir con su responsabilidad al frente del Estado, más aún después de tantos años de desatención, la cual se desarrolló, como parte de una política bien pensada y perfeccionada desde el poder central. Dicho sea de paso, esa Comisión expresa el autoritarismo presidencial, porque debió ser una comisión de ucistas quienes hicieran la evaluación e informe para el rescate del Campus.
No queremos imaginar, que ese pretendido rescate puede ser un «barrido por donde pasa la Reina” o una catarata de pintura para lavar el rostro maltratado y humillado del vientre carabobeño, paridor de talentos y luces.
En ejercicio de una excesiva imaginación, supongamos que la Universidad de Carabobo, la restauran los curadores del gobierno central y queda como un medieval castillo barroco. ¿De qué serviría eso, si el estómago de nuestro personal está vacío y con hambre, además de cargar un pesado saco de penurias a nuestras espaldas?, amén de lo deteriorado de la dotación de equipos tecnológicos y enseres, vitales para llevar a cabo el desarrollo de una academia de calidad.
En las justas luchas por sueldos dignos hemos estado desde hace años… Hemos hecho concentraciones, marchas, las cuales en los últimos tiempos no se ha contado con la presencia activa de la Rectora; es decir, es como que, si no avalara nuestros reclamos. Tampoco entendemos desde esta perspectiva, su presencia, difundida por las redes sociales, y que toda la comunidad ucista y carabobeña observó, en el acto montado por los jerarcas opresores de nuestra universidad.
Se observó mucha satisfacción, al final de la reunión, pero nada se supo de exigencias para el personal docente, administrativo, obrero, o de los aportes de los profesores a su previsión social, inexplicable e ilegalmente retenidos por parte del Gobierno Nacional. Repito, nada hay que agradecer, es obligación del Gobierno Nacional lo que hoy se pretende magnificar.
Ucistas, ante la gravedad de nuestra situación como institución y como personas, es la hora de unirnos y luchar juntos por nuestras reivindicaciones y por el rescate de nuestra dignidad como hombres y mujeres y como institución.
Para finalizar cito, de la gran sabiduría de los siglos, una frase de autor desconocido que dice: «Pon tus intenciones por testigo ante ti mismo, pero delante de los demás, pon por testigo tus actos”.
Prof. Ulises David Rojas Sánchez
Vicerrector Académico U.C. – 17 de febrero de 2023
Foto: Archivo tomada de El Carabobeño