El próximo lunes 2 de octubre inicia el nuevo año escolar, 2023-2024, sin embargo, desde la óptica del secretario de Educación de Un Nuevo Tiempo Carabobo, Joel Castillo, este período arrancará sombreado por tres aspectos fundamentales que podrían incidir en el óptimo desenvolvimiento del proceso y que mantienen en terapia intensiva a todo el sistema.
80 % de deterioro en la infraestructura
Por su parte, Juan Tortolero, docente y coordinador sindical de UNT Carabobo afirmó que las escuelas en la entidad presentan un deterioro superior al 80 % en su infraestructura, además hay un déficit de pupitres, escritorios, bibliotecas, computadoras, mesas y material indispensable para que los niños y jóvenes reciban clases de calidad; así como fallas en los servicios públicos como: agua, electricidad e internet.
Tortolero recalcó que: «en este momento el inicio de la regularidad de la educación en Venezuela está en las mismas condiciones que como si estuviésemos en la época de pandemia».
Del mismo modo, dijo que la nómina docente ha mermado en su cantidad en un 40 % y esa diáspora se siente en todos los niveles de la educación pública.
Tortolero también se refirió a que hay escuelas nacionales y regionales que tienen dentro de su plantilla educativa a personal docente no graduado, violentando la Ley Orgánica de Educación y la Constitución Nacional donde se establece la idoneidad docente.
Por otra parte, Joel Castillo detalló que el salario de los docentes tiene relación directa con la crisis económica que afecta a todos los venezolanos y que en este caso «afecta notablemente el bolsillo de los docentes».
El segundo aspecto que recalcó se relaciona con las condiciones de la infraestructura de las instituciones educativas; mientras que el tercero tiene que ver con el factor económico de los representantes, en alusión al alto costo de los uniformes y útiles escolares de los niños y jóvenes, explicó Castillo.
«Los docentes no pueden vivir con un salario de 3,5 dólares al mes, aunado a unas bonificaciones que se vuelven sal y agua cada día que pasa, y para completar no cuentan con seguro de HCM para garantizar la atención a la salud de los profesionales de la docencia y sus familiares», manifestó
Adicionalmente, se suman los aumentos escalonados del pasaje del transporte público.
Con respecto a la infraestructura de las escuelas públicas en Venezuela -dijo- que están totalmente deterioradas y en algunos casos en estado «deprimente», lo cual afecta el buen desenvolvimiento de los docentes, personal obrero y administrativo.
«Nuestros estudiantes fueron abandonados por el Gobierno Nacional, gracias a sus malas políticas educativas», resaltó Castillo.
El factor económico
En cuanto a los altos costos de los uniformes y útiles escolares Castillo aseguró que es muy complicado hoy en día para las familias humildes y trabajadoras de nuestro país asumir esos gastos.
Recordó que en años anteriores las alcaldías y las gobernaciones organizaban ferias escolares y esto permitía que los padres y representantes pudieran planificar mejor la utilización de sus recursos económicos a través de estas ofertas.
También rememoró la época en la que el Ministerio de Educación dotaba de uniformes, bolsos y cuadernos a los estudiantes, «y aunque era insuficiente, en algo ayudaba, sin embargo, esto también se perdió».
Finalmente, Castillo aseguró que es necesario aplicar políticas económicas que permitan plantear una estrategia frente a esta crisis por la que atraviesa el sistema educativo nacional para generar los cambios suficientes y fortalecer la formación integral de los estudiantes.
«Para que un país se pueda desarrollar se tiene que invertir y fortalecer su sistema educativo», dijo el concejal Joel Castillo.
Redacción: Jorge Isaac Jiménez Flores