Seis venezolanos se encuentra entre los diez migrantes ahogados en julio tras la crecida de un río en una zona del Caribe de Panamá, cercana a la frontera con Colombia.
Las otras víctimas son tres vietnamitas y un colombiano, de acuerdo a información del Ministerio Público panameño, informó El Nacional.
«Personería de Guna Yala inició hoy (viernes) la entrega de cuerpos de migrantes ahogados en Carreto. De las 10 víctimas, 8 han sido identificadas por familiares. Se esperan resultados de pruebas forenses para confirmar identidad de 2. Se trata de 6 venezolanos, 3 vietnamitas y 1 colombiano«, comunicó la Fiscalía panameña a través de X.
Así, ocho de los diez migrantes fallecidos ya han sido identificados por sus familiares mientras que aún se espera saber la identidad de los otros dos restantes. A la vez que la Fiscalía inició la entrega de los cuerpos rescatados el pasado 27 de julio de una zona de difícil acceso tras varios días de trabajos.
Los cuerpos de esos migrantes fueron hallados el pasado 24 de julio, aunque según reportes de la prensa el incidente pudo ocurrir una semana antes ya que las autoridades manejan la teoría de que fueron enterrados cerca de un pueblo por grupos criminales para encubrirse.
Los migrantes fallecieron por una crecida de río en un punto de la «ruta de Carreto», en el Caribe panameño, que es más costosa ya que acorta el cruce por la selva del Darién, la frontera común con Colombia, que es usada como ruta migratoria para llegar hasta Norteamérica.
Medidas para reducir el flujo de migrantes
Desde que el pasado 1 de julio comenzó la nueva Administración del presidente Mulino, se han tomado varias medidas para tratar de reducir el flujo de migrantes por esa peligrosa selva del Darién, que ya la han atravesado en lo que va de año más de 216.000 migrantes, la mayoría venezolanos, mientras que en todo 2023 fueron más de 520.000, una cifra inédita, según datos oficiales de Panamá.
Entre esas medidas, desde el pasado 3 de julio Panamá ha cercado progresivamente con «barreras perimetrales» (vallas de alambre con púas) unos 4,7 kilómetros en el Darién, donde había al menos cinco pasos no autorizados o trochas, para «canalizar» el flujo de los migrantes a través de un «corredor humanitario».
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