El profesor José Ángel Ferreira, actual vicerrector Administrativo de la Universidad de Carabobo (UC), fue dejado fuera de la contienda por el cargo de rector de la máxima casa de estudios, tras una notificación de la Comisión Electoral Universitaria que no admitió su candidatura, debido a una presunta inhabilitación por parte de la Contraloría General de la República que data del año 2000.
A continuación la carta íntegra del profesor Ferreira
¡Gracias!
Quiero hoy agradecer el afecto y consideración de la comunidad universitaria a mi candidatura rectoral, la cual ha venido creciendo con mucha fortaleza y múltiples manifestaciones de apoyo, que han constituido una hermosa retroalimentación enviada por Dios para indicarme que las casi cuatro décadas que le he dedicado a la UC han valido la pena, realizándome como persona, docente, profesional y gerente. Y en paralelo, acompañado por la dedicación que he tenido con mi familia.
Sin embargo, debo informar que el día de hoy se produjo el anuncio oficial de la Comisión Electoral sobre los candidatos admitidos a este proceso electoral para la renovación de las autoridades universitarias. En este aviso oficial, mi candidatura a rector no fue admitida por una objeción administrativa, que proviene del año 2000 con una sanción efectuada al Consejo Universitario por parte de la Contraloría General de la República (CGR), del cual formaba parte y, posteriormente en el año 2003, como decano presidente del Consejo de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales.
En el primer caso, correspondió a un simple voto en el Consejo Universitario. En el segundo caso, fue por una actuación de interpretación con respecto a una jubilación. En el año 2010 fui notificado de una sanción, y en el 2023 aún me persigue esta situación, obviamente injusta que debió legalmente prescribir, (23 años del inicio y 13 años de la notificación) que no generó daño patrimonial alguno y que en este momento hace que deba posponer uno de los sueños más importantes de mi vida.
Es por esto que declaro que comprendo la decisión de la Comisión Electoral que actúa con información limitada, (tengo un expediente de 23 años y más de 400 páginas), pues no existe un documento que ratifique la sanción, o en el mejor de los casos, un pronunciamiento claro por parte de la Contraloría General de la República que motive mi inadmisibilidad como candidato.
Continuaré mi reclamo ante la CGR y reitero mi posición de que estoy habilitado; pero comprendo las dudas que esta particular situación genera y el temor a que la institución universitaria, a la que he dedicado 39 años de mi vida (entre estudiante y académico), pueda ser perjudicada en una hipotética y bastante probable victoria de mis aspiraciones rectorales.
Ante ello, lo más prudente es no oponerme a la decisión de la Comisión Electoral, en apoyo al proceso de renovación de las autoridades universitarias y de los decanos de las distintas facultades y, por ende, coadyuvar para que el proceso llegue a su fin, en un ejercicio pleno de autonomía y soberanía que tanto nos hace falta.
En particular, rescato como muy positivo en este proceso la fundación de mi propio movimiento, “Consenso UC”, desde donde seguiré trabajando por el alma máter, e inclusive, solventada mi situación, seguir aspirando dentro de esta iniciativa para lograr victorias actuales y futuras que den valor agregado a nuestra querida universidad.
Hago un llamado a un debate electoral de altura, donde se respete la normativa electoral correspondiente; donde lo institucional prevalezca, cuidando las formas y respetando el derecho de cada elector. Que se produzca el lenguaje de altura que la institución merece, y luego de este proceso, poner en marcha nuestro ecosistema académico, propuesta que enarbolamos desde el movimiento Consenso UC para su ejecución a partir del 2024, aspirando que genere porvenir como promesa, contando con la voluntad del Creador y la protección de la Virgen.
¡Arriba la Universidad de Carabobo!