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El escándalo del hijo del presidente Gustavo Petro pareciera interminable. A las acusaciones por lavado de activos y enriquecimiento ilícito, utilizando dinero del narcotráfico para la financiación de la campaña electoral de su papá, se une el reciente descubrimiento de la Fiscalía colombiana según el cual Nicolás Petro y su expareja Day Vásquez, se apropiaron de buena parte de los recursos destinados a la atención de los adultos mayores.
Ambos ejecutaron contratos irregulares que ejecutaron a media máquina para quedarse con la mayor parte del dinero destinado a la atención de los ancianos.
La expareja habría usado a la Fundación Conciencia Social, cuyo representante legal es un exconcejal de Barranquilla, para apropiarse de 100 mil dólares en 2021 y otro por 200 mil en 2022, dinero que nunca llegó a los ancianos necesitados.
La pareja y dos aliados organizaban las partidas presupuestales para ejecutar solo el 35 % de esos dineros públicos y quedarse con el resto en una repartición de dinero donde los Petro–Vásquez se quedaban con la tajada más grande.
“Estas personas se habrían concertado para manipular la adjudicación del contrato por parte de la Gobernación del Atlántico y en su fase de ejecución habrían realizado maniobras delictivas para apropiarse de los recursos adjudicados para la ejecución del proyecto que tiene como objeto la atención a adultos mayores”, se lee en una de las pruebas presentadas por las Fiscalía.
En lugar de hacer un concurso de méritos para contratar al personal que los ejecutaría, Day Vásquez y uno de sus aliados en la tramoya, seleccionaban a gente amiga y les hacían firmar contratos por una cifra superior a la que les terminaban pagando para ellos quedarse con el resto del dinero.
Fueron tales los hallazgos que el juez del caso abrirá un proceso más contra ellos por el presunto delito de celebración indebida de contratos. La expareja habría usado sus influencias para conseguir contratos con el sector público y se habrían encargado de maquillar los cronogramas de ejecución de los proyectos para que pareciera que los psicólogos, médicos y terapeutas ocupacionales estaban trabajando para los ancianos cuando realmente ellos se estarían enriqueciendo con el dinero público destinado para los adultos mayores.
En el juicio, el fiscal se sorprendió por la cantidad de dinero que consiguieron en las cuentas de Nicolás Petro ya que, según la nómina como diputado, solo percibía 4 mil dólares pero en su cuenta bancaria tenía millares de dólares sin justificación alguna.
Foto: Cortesía