Incrementos salariales para todo el personal y la entrega del presupuesto solicitado en el primer trimestre del año 2023 solicitó el vicerrector administrativo de la Universidad de Carabobo, José Ángel Ferreira, con motivo del Día del Profesor Universitario, en un balance de las vicisitudes que pasa esta noble profesión en los últimos años en el país.
A continuación, el texto del mensaje del vicerrector Ferreira:
Los profesores universitarios vivieron un año 2022 lleno de contratiempos que afectaron de manera importante su calidad de vida. Todos los descuentos relativos a la seguridad social, con las obligaciones legales que tiene que cumplir, con la solidaridad que se expresaba a través de terceros, caja de ahorros, fondos de pensiones y apoyo social se fue al traste con la instalación de la plataforma Patria.
Esa plataforma entregó la autonomía organizativa al Ejecutivo Nacional e impidió que procesos elementales de decisiones en las nóminas que mejoraban la calidad de vida del trabajador universitario se cumplieran.
Aparte de eso, al día de hoy el último aumento salarial que se produjo en la Universidad fue en marzo, incremento que estaba basado en un ajuste del salario mínimo de $30, lo cual afectaba las fórmulas universitarias. En principio ese aumento fue significativo, pero inmediatamente el Gobierno aplicó el instructivo Onapre el cual, insólitamente, los tribunales dicen que no existe pero se sigue aplicando, disminuyendo aún más las expectativas y la calidad de vida del profesor y de toda la comunidad universitaria, en un proceso que aún no ha sido corregido y sigue haciendo mucho daño.
En síntesis, Patria y Onapre se conjugaron para atentar irregularmente en contra del profesor universitario, dado que el proceso de retenciones no es un mecanismo presupuestario sino una acción de presunta apropiación indebida.
Todo esto va en contra de los estatutos de la Universidad Republicana, la primera, la que creó Simón Bolívar con la transformación de la Universidad Real y Pontificia de Caracas. En sus estatutos, textualmente se establecía lo siguiente:
“Se debe garantizar a sus docentes condiciones, para que ejerzan sus responsabilidades, con la comisión de constituirse en modelos de los jóvenes confiados a su enseñanza”.
En estos estatutos republicanos se aprecia una preocupación que será endémica en el transcurrir de la institución: “Disponer de una renta permanente que permita pagar sueldos docentes a los catedráticos, adquirir libros, instalar laboratorios y fundar nuevas cátedras”.
Durante los últimos años, esto se ha transformado en un desafío urgente para la comunidad universitaria, dado que efectivamente no se están cumpliendo los estatutos republicanos pero tampoco la Constitución Nacional. Esto representa una amenaza presente y futura para quienes ejercen o pretenden emprender carreras académicas.
Aún así, losdocentes universitarios están cumpliendo, porque entienden que su labor es crear esperanza, generar porvenir como promesa, encender luz para borrar tinieblas e inspirar compromiso familiar, institucional y nacional.
Hago un llamado a la reflexión con motivo de las fiestas navideñas y el fin de año. Es urgente una actualización salarial para los universitarios; es urgente un proceso estratégico que permita mantener la infraestructura de la institución; es urgente dar el verdadero puesto que tiene que tener la educación superior para avanzar el país; sus comunidades están demostrando que pueden trabajar pese a la adversidad, sin embargo esto no será así para toda la vida.
Por todo ello, se impone antes de fin de año ajustes salariales que puedan dar un respiro a la institución y, por supuesto, la entrega en el primer trimestre del año 2023 del presupuesto planteado, el cual, si bien es insuficiente, entregado a tiempo podría ser un elemento fundamental para construir espacios de futuro para la institución.
Nota de prensa y foto cortesía