Con un corazón gozoso, la Iglesia en Valencia celebró una ordenación sacerdotal y diaconal para servir con amor al pueblo de Dios.
Durante la Eucaristía, celebrada en la Basílica Catedral de Valencia, la mañana de este sábado 13 de abril, Orlando Rojas, respondió con ¡Sí! rotundo a su alianza con Jesucristo como sacerdote ante un centenar de fieles.
Mientras que la Arquidiócesis de Valencia, por el Auxilio de Dios, ordenó como nuevos diáconos a Carlos Casanova y José Gregorio Guerrero para responder al servicio de Dios y de los hombres, y abrazar las promesas que les imparte la Iglesia de Jesucristo para llevarlos a la santidad, a través de este ministerio.
La celebración Eucarística estuvo presidida por Monseñor Saúl Figueroa Albornoz, Obispo de Puerto Cabello y Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Valencia, en compañía del Clero Arquidiocesano y de seminaristas.
Durante la homilía, Monseñor Saúl Figueroa Albornoz, explicó que la liturgia de este tiempo pascual recuerda el valor de la Resurrección, el cual se refleja en el Evangelio de esta celebración: Juan, capítulo 6, 16-21, donde Jesús exhortó a no tener miedo, porque Él ha resucitado.
Una pascua que se refleja, por ejemplo cuando hombres del pueblo de Dios, responden al llamado del sacerdocio y del diaconado. “Esto es una obra de resurrección del resucitado”, precisó el Administrador Apostólico durante su homilía.
Por ello, Monseñor Saúl Figueroa Albornoz instó al nuevo sacerdote y a los dos nuevos diáconos de esta Iglesia centenaria a transmitir los dones del resucitado, aquel que invita a salir del sepulcro para compartir la alegría de la pascua como nuevos pastores que se entregan con amor a su pueblo.
Posterior a la homilía, se inició el rito para la ordenación del sacerdote y de los diáconos, a quienes revistieron con gozo, luego de haber realizado sus votos como nuevos discipulados cristianos, entrelazando un puente entre el pueblo y la Iglesia. Seguidamente, se realizó el Orfetorio.
Antes de la bendición final, el nuevo sacerdote y ambos diáconos agradecieron al don de la vida y de este ministerio que asumen con corazones gozosos. También extendieron su gratitud al pueblo de Dios y a la orientación de sus directores espirituales, quienes con amor los instaron a abrazar la misericordia del Señor durante su proceso de vocacional.
La Santa Misa estuvo acompañada musicalmente por el Ministerio de Música Hozana.
Que Dios les conceda un Ministerio Santo y Fructífero, amén
Nota de prensa
Fotos: cortesía