Información EFE
Decenas de militares y civiles de Venezuela trabajaron este domingo a contra reloj en los últimos retoques de la zona limítrofe con Colombia, para que todo esté listo para este lunes 26 de septiembre de 2002, para la reapertura de la frontera que une ambos países, tras siete años cerrada al paso vehicular y comercial.
Mientras unos podan el césped, otros desmalezan la zona, pintan las vías y señalizaciones o instalan vallas propagandísticas, todo para embellecer el pedazo que maneja Venezuela en el Puente Internacional Francisco de Paula Santander.
Una joven que forma parte del grupo de restauradores, y pidió permanecer en el anonimato, explicó a Efe que el trabajo ha sido “incesante” en la última semana, pues han tenido que pintar, barrer y acomodar varios puntos sobre el puente binacional y en áreas cercanas, como puestos de control fronterizo.
La estructura, capaz de soportar el paso de automóviles, y también acondicionada para transeúntes a través de caminerías, comunica la población venezolana de Ureña con la colombiana Cúcuta, y está custodiada por autoridades de ambos países.
Sin embargo, en el lado venezolano el número de funcionarios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) es aparentemente mayor que en el lado colombiano.
En este puente, uno de los cuatro que conectan al estado venezolano de Tachira con el departamento colombiano Norte de Santander, se espera que mañana transiten vehículos, igual que en el Simón Bolívar, el principal paso entre los dos países, y en el que se llevará a cabo el acto oficial de apertura.
No obstante, el paso en Ureña aún conservaba, para la tarde del domingo, estructuras puestas por las autoridades de las dos naciones que impedirían el flujo de vehículos, por lo que la promesa de tránsito de automóviles en este lugar es, hasta el momento, incierto.
La actividad, que está prevista para las 10.00 hora venezolana (14.00 GMT), pondrá fin al tránsito irregular de migrantes a través de los pasos ilegales, conocidos como trochas, por los que, en los últimos años han atravesado miles de venezolanos que salieron del país huyendo de la crisis.