El papa Francisco expresó hoy su preocupación por la violencia registrada en los últimos días en Sudán del Sur, menos de dos meses antes de que emprenda su viaje a ese país africano sumido en la guerra, fijado para el próximo febrero.
“Sigo con preocupación las noticias que llegan desde Sudán del Sur sobre los violentos desencuentros de los últimos días. Recemos al Señor por la paz y la reconciliación nacional, para que cesen los ataques y siempre se respeten a los civiles”, instó tras el rezo del Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico.
El papa Francisco ha confirmado que realizará un viaje a este país africano y a la República Democrática del Congo desde el 31 de enero hasta el 5 de febrero, una visita fijada inicialmente para el pasado mes de julio pero que tuvo que posponerse.
Violencia en Sudán del Sur
En Sudan del Sur estará acompañado con el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el moderador de la Iglesia de Escocia, Jim Wallace, ya que ese país cuenta con una importante presencia de anglicanos.
Esta será la primera vez en la que un papa visite Sudán del Sur, país escindido del resto de Sudán en 2011, mientras que la República Democrática del Congo ya recibió a Juan Pablo II en 1985.
Francisco se ha implicado en la pacificación de Sudán del Sur y en abril de 2019 recibió en su propia residencia, la Casa Santa Marta del Vaticano, a las más altas autoridades religiosas y políticas de ese país, así como al arzobispo de Canterbury.
Aquel retiro espiritual para reflexionar sobre la paz y la convivencia acabó con un importante gesto por parte del papa, que se arrodilló ante los líderes sursudaneses para besar sus pies y rogar la paz.
En noviembre de 2019, la Comunidad de San Egidio, que desde hace años trabaja por la paz en este país, organizó un encuentro en Roma para acercar posturas entre el Gobierno y la oposición por un diálogo político y evitar mayores enfrentamientos armados.
Cese de las hostilidades
Dos meses después, el 12 de enero de 2020, se firmó en Roma la declaración de paz en la que el Gobierno sursudanés y los movimientos de oposición se comprometieron a un cese de las hostilidades y al diálogo político del que se cumplen dos años.
Pese a todo esto Sudán del Sur sigue inmerso en un conflicto interno armado desde diciembre de 2013, dos años después de lograr su independencia, lo que ha causado decenas de miles de muertos y millones de desplazados según las Naciones Unidas.
En las últimas semanas la violencia se ha recrudecido y al menos 20 mil personas han escapado del estado del Alto Nilo, en el norte del país, que sufre la peor crisis de refugiados del continente, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).