El gobierno del presidente Joe Biden ha acordado aceptar a hasta 24.000 migrantes venezolanos en aeropuertos de Estados Unidos, de forma similar a como ha admitido a los ucranianos desde que empezó la guerra con Rusia, mientras que México acordó recibir a los venezolanos que lleguen ilegalmente a Estados Unidos vía terrestre, informaron ambas naciones norteamericanas el miércoles.
Con efecto inmediato, los venezolanos que caminen o naden hacia el otro lado de la frontera serán devueltos inmediatamente a México en virtud de una orden relacionada con la pandemia conocida como Título 42, la cual suspende el derecho consagrado en las leyes internacionales y estadounidenses a solicitar asilo, con el argumento de evitar la propagación del COVID-19.
Cualquier venezolano que entre de manera ilegal a México o Panamá después del miércoles también será inelegible para entrar en Estados Unidos, según el plan.
La oferta de Estados Unidos de permisos condicionales humanitarios para 24.000 venezolanos se basa en un programa similar establecido para los ucranianos que huyeron de la invasión rusa y dependerá de que México “mantenga su esfuerzo independiente, aunque paralelo” de aceptar a los venezolanos que lleguen de manera ilegal, indicó el Departamento de Seguridad Nacional.
Las medidas son en respuesta al drástico aumento de migrantes procedentes de Venezuela, quienes en agosto rebasaron a los de Guatemala y Honduras para representar la segunda nacionalidad más numerosa en llegar a la frontera de Estados Unidos, sólo detrás de México.
“Estas acciones dejan claro que hay una manera legal y ordenada para que los venezolanos entren en Estados Unidos, y un ingreso legal es la única forma”, dijo el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. “Aquellos que intenten cruzar la frontera sur de Estados Unidos de manera ilegal serán enviados de regreso a México y serán inelegibles para este proceso en el futuro. Aquellos que sigan el proceso legal tendrán la oportunidad de viajar de forma segura a Estados Unidos y serán elegibles a trabajar aquí”.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México señaló lo siguiente en un comunicado: “De este modo, aquellas personas que busquen acceder a Estados Unidos podrán hacerlo de una manera más ordenada, segura, regular y humana, desincentivando el tránsito indocumentado que pone en riesgo su seguridad al cruzar la región”.
En un anuncio relacionado, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos señaló que ofrecerá casi 65.000 visas de trabajo temporales para industrias que requieren personal menos especializado, aproximadamente el doble de la asignación anual actual. Al menos 20.000 de esas visas de trabajo temporales estarán reservadas para personas de Haití y de los países del norte de Centroamérica.
Hasta el momento, México ha acordado aceptar a los migrantes expulsados en virtud del Título 42 únicamente si provienen de Guatemala, Honduras o El Salvador, además de México, lo que ha resultado en una aplicación sumamente dispar de la norma. Estados Unidos tiene problemas para expulsar a los migrantes de otras nacionalidades debido a los costos, las deterioradas relaciones diplomáticas y otros factores.
Las frías relaciones con el gobierno venezolano han vuelto casi imposible la aplicación del Título 42 a los migrantes procedentes de Venezuela. La medida se ha utilizado en 2,3 millones de ocasiones desde marzo de 2020, pero sólo 2.453 veces en venezolanos.
En agosto, hubo 25.349 detenciones de venezolanos, un incremento de 43% respecto a las 17.652 de julio y cuatro veces más que las 6.301 de agosto de 2021, lo que indica un cambio demográfico notablemente repentino.
El anuncio significa una posible gran expansión de las autoridades del Título 42, a pesar de que el gobierno recientemente intentó ponerle fin a la medida. Altos funcionarios dijeron a la prensa que están sujetos a la decisión de un juez federal de mantener vigente el Título 42.
Los venezolanos que sean seleccionados llegarían a aeropuertos de Estados Unidos. Washington ha acordado aceptar hasta 100.000 ucranianos que huyen de la guerra por periodos de hasta dos años, y hasta ahora ha admitido a decenas de miles, incluyendo casi 17.000 en agosto.
Al igual que los ucranianos, los venezolanos deben contar con un patrocinador financiero en Estados Unidos.
También deben encontrar la manera de llegar a Estados Unidos. Actualmente no se permiten vuelos desde Venezuela debido a las preocupaciones de Washington sobre la seguridad de la industria de aviación venezolana. La restricción aplica a los vuelos chárter y comerciales.
Los venezolanos no tienen que estar en Venezuela para ser elegibles y pueden llegar desde otros países, dijeron funcionarios del gobierno.
También está por verse si México impone límites al número de venezolanos que recibirá de Estados Unidos. El gobierno mexicano señaló en su comunicado que permitirá temporalmente el envío de algunos ciudadanos venezolanos. Los 24.000 permisos que está ofreciendo Estados Unidos son una cifra menor al número de venezolanos que cruzaron ilegalmente la frontera desde México tan sólo en el mes de agosto.
Alrededor de 6,8 millones de venezolanos han huido de su país desde que la economía colapsó en 2014, migrando principalmente hacia otros países de Latinoamérica y el Caribe. Pero la relativa solidez de la economía estadounidense desde la pandemia de COVID-19 ha hecho que algunos migrantes venezolanos fijen su mirada en el norte. Además, la incapacidad de Washington de aplicar el Título 42 ha resultado ser otro incentivo para los venezolanos.
México, bajo presión del gobierno de Biden, anunció en enero restricciones al traslado aéreo para limitar la migración de venezolanos hacia Estados Unidos, pero muchos de ellos optaron por realizar la travesía vía terrestre a través de la peligrosa selva del Darién, en Panamá.
El incremento en la migración de venezolanos se ha convertido en un enorme desafío para las autoridades de Estados Unidos, México y Centroamérica, y una prueba para un acuerdo continental concretado en junio para que los países que reciben a migrantes atiendan el tema de manera conjunta.
Información de Los Angeles Times
Los periodistas de The Associated Press Joshua Goodman en Miami y María Verza en la Ciudad de México contribuyeron a este despacho.
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