EFE
El ministro de Energía Eléctrica, Jorge Márquez, denunció este miércoles un nuevo «ataque terrorista» contra el sistema eléctrico, minutos después de que el servicio presentara fluctuaciones en varias regiones, lo que dejó a un cuarto del país a oscuras.
«Quiero denunciar nuevamente un ataque terrorista al sistema eléctrico nacional, esta vez al sistema de transmisión de nuestro país. Estos terroristas solo piensan en hacerle daño a nuestro país, mientras nuestro pueblo está trabajando para seguir adelante», dijo el ministro en una llamada telefónica al canal estatal VTV.
Sin mostrar pruebas ni señalar a nadie en concreto, insistió en que se trata de un sabotaje perpetrado por «terroristas que viven buscando la forma» de hacer daño a trabajadores, adultos mayores, enfermos y niños.
«Buscan hacer daño atacando el sistema eléctrico nacional para generar zozobra y desasosiego», reiteró.
Explicó que los trabajadores de la estatal Corporación Eléctrica (Corpoelec) están trabajando para restituir el servicio en todo el país, pues -precisó- «este ataque afectó aproximadamente al 25 %» del territorio, sin explicar cuáles estados perdieron el servicio.
Fuerte afectación al sistema eléctrico
«Tuvimos una afectación bastante fuerte, se pudo sentir en todo el país», indicó.
EFE constató, al menos, cinco fluctuaciones en el este de Caracas, mientras que internautas reportaron situaciones similares en estados del oeste como Lara, Falcón, Trujillo y Zulia (fronterizo con Colombia).
El pasado 30 de agosto, Venezuela vivió el apagón más largo desde marzo de 2019 -cuando la nación petrolera pasó varios días a oscuras-, tras sufrir un fallo eléctrico que cortó la energía en Caracas y en los 23 estados del país por el que el Gobierno responsabilizó, como de costumbre, a la oposición mayoritaria.
El Gobierno, que asegura que los militares vigilan permanentemente las instalaciones eléctricas, acusan al antichavismo por los frecuentes fallos eléctricos en el país, mientras que la oposición asegura que se trata de desinversión y corrupción en este sector controlado exclusivamente por el Estado.