Asfixia regulatoria, inspecciones y cobros excesivos de multas y deficiencia en los servicios públicos se convierten en un caldo de cultivo que viene afectando la labor de las pequeñas y medianas empresas carabobeñas.
Tal señalamiento se desprende de declaraciones ofrecidas por Antonello Lorusso, presidente de la Cámara de Pequeños-Medianos Industriales y Artesanos del Estado Carabobo (Capemiac) ante las dificultades que afectan a un sector importante para la economía nacional.
«No se puede seguir golpeando a quienes están tratando de levantar cabeza. Hacemos un llamado a los órganos del Estado para que no impidan el crecimiento de empresas que generan fuentes de empleo y bienestar social», señaló el presidente de Capemiac.
Lorusso recordó que según los datos del Consejo Internacional para la pequeña empresa, este tipo de negocios generaban entre el 60% y el 70% del empleo y son responsables del 50% del Producto Interior Bruto (PIB) a nivel mundial para mediados del 2021.
Destacó que existen muchas trabas para generar un reclamo en cualquier institución. «En este momento hay una arremetida con los camiones de carga, los funcionarios solicitan el ROCT (Registro de Operadores de Carga) e igualmente con el tema con el restricciones de horarios, han sido implacables.
La intención es generar trabajo y bienestar. Las pymis generamos carga de forma regular. No podemos seguir con tantos obstáculos», puntualizó.
Nota de prensa