El museólogo carabobeño, José Gregorio Guevara, hizo un recuento de las celebraciones carnestolendas en el estado Carabobo con las anécdotas e historias que han marcado su vida y su trayectoria artística como creador del carnaval.
Una vez “diseñé una carroza roja con color oro con dos cisnes gigantes de 4 metros de largo, un corazón rojo de 1 metro. La decoré con árboles de 3 metros de altura y las hojas eran corazones en cajas grandes de bombones con flores de seda alrededor. Le imprimí más de 50 corazones rojos donde se leía en 50 idiomas la palabra: Te amo”.
Aparte, llevaba un corazón amarillo de 1.50 metros por cada lado de la carroza que decía: Te amo Dalia Correa en homenaje a su ex esposa. “Recuerdo que eso fue en San Diego y el coordinador me llamo para felicitarme porque la carroza estaba creando problemas, una vez que todo el mundo se quería tomar fotos en los diferentes idiomas”.
Esa carroza “la disfrute mucho ya que la gente se acercaba a abrazarme más que un 31 de diciembre a las 12:00 de la noche. Estuve rodeado de puras energías positivas que me impregnaban con cada abrazo”.
Con su recuento sobre las celebraciones carnestolendas en el estado Carabobo, José Gregorio Guevara, refirió que siempre relacionó su vida con el carnaval. “Un buen desfile atrae a miles de personas y esas miles de personas le dan a la ciudad una reanimación económica”.
La gente sale a celebrar, a comer, a comprar cosas, mientras hay muchas ciudades vacías porque no hay carnaval. Valencia era una ciudad en la cual se revivía esta fiesta de disfraces, con una gran afluencia de miles de personas. Se llenaban los hoteles al 100 %.Quedaban sin capacidad para los alojamientos.
En su opinión, una de las grandes fallas del carnaval es que quienes coordinan las actividades hacen 10,000 eventos al año, que si el día del padre, que si el día del niño, el día de la feria y pare de contar. Entonces no se dedican al carnaval e inician los preparativos 20 días.
La inversión es importante, debe ser la prioridad, es poder dar y darse un buen espectáculo porque también forma parte de la tradición en Venezuela. El carnaval tiene que ser la reanimación de todos los espacios públicos. Nosotros hemos estado en muchas ciudades de Venezuela: Margarita, Maracay, San Carlos, San Diego, Maracaibo, San Cristóbal, Mérida.
En San Félix estado Bolívar creó la carroza Bolívar, el Libertador de América, una gran bandera de Venezuela, la cual fue muy fotografiada y aplaudida este carnaval de 2024. “Consideramos que podíamos aportar un granito de arena, porque de verdad sentí el estado colaboró mucho con sus ciudadanos y con su tradición, es lo más importante. De hecho la parte musical resaltaron el calipso.
Es una espontaneidad de sus habitantes recrearse con el género musical al igual que resaltar su vestimenta. Tanto el Alcalde como el Gobernador, hicieron hincapié en que esa tradición no se debe morir. De hecho creo que San Félix es la única ciudad en Venezuela en que hay un sambódromo, muy bien conservado.
Para el museólogo, Guevara los carnavales en Venezuela van como un cangrejo, caminando para atrás. En vez de ir evolucionando hacia atrás. A qué se debe? Porque en Venezuela no existe ni la cultura ni el deseo de que este evento cada año sea mejor.
Ahora lo hacen sólo para llenar un momento
Ninguna de la programación que se hizo hace 40 años se puede comparar con las fiestas de carnaval que se hacen ahora. En los carnavales que son exitosos en el mundo hay un comité que ha sido nombrado al día siguiente de haberse terminado el carnaval y eso hace que cada año se organice.
Lo primero, es tomar una temática, adulta o infantil, unos dinosaurios y basado en eso, se incluyen a todos los que quieran participar para el próximo carnaval cosa que aquí jamás se ha hecho. Ahora el carnaval lo hacen demasiado lejos cuando la zona predilecta fue la avenida Bolívar, antigua Camoruco, desde el año 1957.Ahora, por la lejanía la gente no se va a trasladar, aunque sea popular. La gente ve eso como como inseguro.
La temática de Disney es infantil. Los muñecos para los pequeñitos que ven televisión. Se alegran al ver los personajes gigantes. De hecho, siempre he sentido que me gusta hacer feliz a la gente con mis muñecos, aunque mucho más a los chiquillos ellos son los verdaderos protagonistas del carnaval”.
Los meses perdidos
José Gregorio Guevara dijo que hubo un año en que se llevó meses y meses de trabajo y a unas semanas, casi llegando el carnaval con todo fabricado se suspendieron por el frustrado golpe de Estado. “No saben la tristeza que me dio, todo un año perdido”.
En esos días me dio por caminar solo por la Av Bolívar haciéndome la imagen de que había Miles de personas y caminando entre ellas viendo el desfile como si fuera verdad y así estuve vagando entre las gente viendo mis carrosas desfilar como un sueño de fantasía. Fue como la primera vez que engañé a mi cuerpo caminando kilómetros.
Ir disfrutando, engañar a mi mente como una película a colores en 3era dimensión, viendo cientos de caras alegres, porque estaban divirtiéndose con mi obra, mi proyecto. Eso me hizo sentir mejor estaba fantaseando dentro de mi mundo donde de verdad era feliz porque estaba viendo mi sacrificio de un año desfilar y viendo feliz a la gente, aseguró.
Todos mis proyectos con la cual he fantaseado los he logrado materializar sin saber por dónde empezar ni cómo terminar, pero mi tesón y el querer hacerlos, ha logrado que felizmente rompa esas barreras. Hoy me siento orgulloso de eso. De romper barreras de lograr mis metas, es así como he logrado aprender a ser más feliz, viendo mis ideas ser una realidad que disfruté, añadió.
Mi gran logro se hizo realidad al tener en Valencia lo mejor de más de 60 bandas show de más de 20 estados, los disfraces de fantasía más hermosos y las comparsas más alegóricas existentes. Organizar los mejores carnavales de Venezuela desde el mes de septiembre. Era tanta la emoción por hacer algo más que diferente que trajimos un espectáculo de circo cuya estrella principal era un elefante africano con personas malabaristas, monociclos y trapecistas.
Logramos traer más de 100 carros antiguos de muchos coleccionistas de Venezuela y quienes deseaban participar lo único que exigían era un modesto alojamiento y una cena. En menos de tres días teníamos más de mil peticiones para traer carros para desfilar en Valencia en el cual se no hizo imposible aquí había alojamiento.
Una vez, hubo un paro general. Teníamos carrozas pequeñas ya decoradas, en la avenida Cedeño y para no perder el momento salí con tres de ellas a paseamos hasta El Viñedo y nos regresábamos. Agarrábamos otra y salíamos con ella al Trigal, así tuvimos toda la tarde echando broma, desfilando las carrozas por ello digo que mi vida es una carroza.
Redacción: Daisy Linares
Fotos: cortesía