Aunque no sean los mejores tiempos de la industria venezolana, las condiciones que imperan representan un gran desafío; hay que creer, soñar, es una necesidad de la vida, para acercarnos a ese país que todos soñamos, en que podamos sumar el talento de todos los que aquí estamos y los que están regados en el mundo, augura el presidente de la Cámara de Industriales del Estado Carabobo, Luis Rossi, cuando está por finalizar este 2023.
Los avances alcanzados este 2023 en el gremio de la industria carabobeña fueron producto del buen trabajo en equipo, que a pesar de la crisis del país, lograron «ensamblarse» para los retos próximos, sostiene Rossi.
El acoplamiento experimentado este año, le ratifica que el éxito no es individual, o que se hace siguiendo una determinada receta; «esa visión del éxito particular se ha hecho añicos en los últimos tiempos en nuestro país. Hemos aprendido, a las malas, que el éxito es colectivo. Dios sonríe cada vez que se publica algo nuevo sobre el tema”.
Aunque admite que el ego siempre está allí tentándonos, considera que hay paliativos para enfrentar y sacar a flote las organizaciones en que estemos. «El paliativo es el equipo, la institución. La Cámara de Industriales del Estado Carabobo sigue en pie, por una suma de personas útiles antes de ser imprescindibles, quizás por su liderazgo rotatorio y colectivo es que hoy la CIEC puede sostenerse».
Con la inspiración de los útiles del ayer, expresa Rossi, estamos aquí hoy. «Las responsabilidades que tenemos aquí son recibidas de un grupo de gente con historia, tradiciones y sacrificios; es nuestra responsabilidad entregar a los que vengan en el futuro una CIEC sana, valiosa e importante».
Y haciendo un ejercicio de reflexión, admite que se encuentran en una Cámara de Industriales en un país casi desindustrializado, cuando sus antecesores se compaginaron a un país en crecimiento acompañado de muchas industrias floreciendo por todos lados. «A las recientes juntas directivas nos tocó un país en declive con una estampida tremenda de industria. Pero, con esta base nos disponemos de un plan de trabajo para el futuro inmediato”.
Por ello, Luis Rossi emplazó a quienes conforman este sector productivo a enmarcarse hacia un gran objetivo: encontrar el sentido de la CIEC en estos tiempos de incertidumbre, pero retadores.
Para conseguir este objetivo, reitera sus cinco líneas conductoras:
1.-Mantener las actividades de representación de los miembros de la CIEC ante los organismos del Estado y la sociedad; «es nuestra esencia y es lo que nos ha sostenido en el tiempo».
2.-Entablar mecanismos de comunicación con los emprendedores y jóvenes que quieran entrar al mundo industrial. «Aquí está nuestro futuro, aunque tenemos que construir esa oferta de valor atractiva para ellos».
3.-Privilegiar la educación de nuestros actuales y futuros colaboradores en sintonía con los entes educativos; «la formación es clave».
4.-Hacer de la Cámara un lugar de pensamiento y producción de ideas.
5.-Mantener viva la llama de la Responsabilidad Social Empresarial; la articulación del gremio para con el país.
«Sueño con un país mejor, justo, más humano, donde podamos convivir en paz con la naturaleza y entre nosotros y sumar talentos; aunque no podamos cambiarlo todo, podemos ser agentes de cambio, y desde la CIEC podemos acercarnos un poco a ese país que todos soñamos».
Datos de la industria nacional
El Sistema de Información Estadística de Conindustria (SIEC) arrojó a través de la Encuesta de Coyuntura Industrial (ECI) que durante los primeros nueve meses de 2023 la producción industrial privada cayó 6,7 %, comparada con el mismo período del año pasado.
Sin embargo, Luigi Pisella, presidente de Conindustria, informó que para el tercer trimestre de este año la producción de la manufactura privada mantuvo su estabilidad al registrar una contracción del 0,1 %, al compararlo con el mismo lapso de 2022.
De acuerdo a la página web de esta institución, los seis factores que impactaron la producción nacional, la baja demanda representó 90%; competencia desleal de productos importados con 85%; falta de financiamiento con un 68%; excesivos tributos fiscales y parafiscales con 65 %, (los impuestos municipales, los más altos); el entorno macroeconómico representó un 48 % y el comercio ilícito con el 47 %.
En el período enero-septiembre de 2023, las empresas grandes y pequeñas se contrajeron 9,1 % y 22,5 %, respectivamente; mientras las medianas crecieron 4,7 %, en relación al mismo lapso de 2022.
“Estos resultados demuestran que se debe prestar atención a la pequeña industria. La debemos apoyar. Si se implementan políticas públicas enfocadas en el fortalecimiento de la manufactura seguirán ofreciendo más y mejores empleos”, explicó Pisella.
Prensa CIEC