El Consejo Universitario de la Universidad de Carabobo celebrado el jueves 29 de noviembre, conoció que la cuota presupuestaria asignada por la Oficina de Planificación del Sector Universitario (Opsu) para el año 2024 fue de Bs. 837.240.314. De ellos, Bs. 718.357.608 son para gastos de personal, Bs. 9.075.047 para providencias estudiantiles y Bs.104.554.595 para gastos de funcionamiento; con el adicional de un proyecto especial aprobado de la Facultad de Ciencias y Tecnología de Bs. 5.235.064.
El vicerrector administrativo de la casa de estudios, José Ángel Ferreira, señaló que este presupuesto de 2024, calculado a tasa de cambio del BCV de 34,71, equivale a $ 24.121.012, lo cual representa una disminución del 29 % con respecto al aprobado para el 2023; aunque se incrementó en bolívares en 71 % (Bs. 278.582.131), pero al calcularlo en moneda dura a la tasa de Bs. 8,21, es de $ 33.932.050,00.
Alertó Ferreira que sin embargo, más allá de la disminución del monto a recibir, lo más preocupante es que la ley de presupuesto no ha sido cumplida en los últimos años. En total, en cuanto a gastos de funcionamiento y providencias estudiantiles, el Ejecutivo adeuda a la Universidad de Carabobo $ 2.137.042,58 por el incumplimiento de la ley de presupuesto de los años 2021, 2022 y 2023.
Particularmente, indicó que por esta situación, hasta el día de hoy, en providencias estudiantiles se ha recibido el 57 % de lo presupuestado para 2023. “Y el caso más complejo es en gastos de funcionamiento: de los Bs. 10.355.246 aprobados se han recibido únicamente Bs. 1.661,297, lo cual corresponde al 16,88 % del presupuesto. Este monto ha sido dedicado básicamente a la administración central, es decir los comunes de la institución.
“Adicionalmente, debo informar que lo que realmente se honra es lo relativo a gastos de personal, lo cual se eroga a través de la Plataforma Patria. Sin embargo, persiste la situación irregular en la cual los descuentos que se aplican para cajas de ahorro, pensiones y jubilaciones, Seguro Social, Ley de Política Habitacional e Impuesto Sobre La Renta, pensiones alimentarias y aportes gremiales, no son enterados a los organismos correspondientes y la deuda total ya alcanza los $ 2.008.962.06. En la práctica, ello genera un impacto negativo tanto en las finanzas personales como en la situación particular de la organización, y mayormente en la seguridad social de los trabajadores universitarios”.
Estas cifras de asignación, pese a ser notoriamente deficitarias, son menos deficientes que las del 2022, cuando cerró con el 96% de deuda de funcionamiento y 62% de providencias estudiantiles.
El vicerrector elogió el hecho de que las facultades hayan seguido funcionando, pese a no tener ningún recurso para su funcionamiento. Señaló que se han valido de la infraestructura, de los ingresos propios y de las colaboraciones de los usuarios para mantener operativa la institución, lo cual hay que destacar, sobre todo cuando se compara con la realidad de otras universidades del país.
Llamó la atención en cuanto al detalle del presupuesto 2024, que pese a considerarlo una rebaja, si se ejecuta en cumplimiento de la ley, sería muy bueno para la Universidad de Carabobo y para la educación universitaria en Venezuela.
“Aquí apuntamos a que si efectivamente las sanciones económicas pudieran levantarse aunque sea temporalmente, sería el momento de honrar ese presupuesto, ya que hasta el momento se nos ha dicho que no se cumple el presupuesto ley producto de dichas sanciones”.
Finalmente, José Ángel Ferreira manifestó lo que es la preocupación fundamental de los educadores del país. “Es de todos conocido que tenemos el salario mínimo más bajo de América Latina, y que nuestros sueldos no son dignos de admirar.
Sin embargo, si existe alguna mejora económica, la política pública pertinente debe estar en invertir en educación. Quiera Dios que en el primer trimestre del año 2024 podamos tener la buena noticia de incrementos salariales absolutamente necesarios para el país y para frenar la diáspora juvenil que en estos momentos nos azota, entre otras cosas, por falta de esperanza de los jóvenes venezolanos.
Atender este proceso salarial y sobre todo, los procesos de salud de los educadores de Venezuela, es fundamental para creer en el futuro y tener un mejor año 2024”.
Nota de prensa
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