EFE
Venezuela reafirmó este jueves el compromiso de proteger sus mesetas conocidas como tepuy, de las más antiguas del planeta, algunas ubicadas dentro del Parque Nacional Canaima, patrimonio de la humanidad de la Unesco, en el sur del país, que, según organizaciones no gubernamentales, ha sufrido daños ambientales por la minería.
En la red social X (antes Twitter), el presidente Nicolás Maduro reafirmó su compromiso de «proteger y velar por la conservación de esta maravilla de la creación con la que Dios ha bendecido» a Venezuela, al cumplirse 33 años de la declaración de los tepuy como monumento natural.
El 2 de noviembre de 1990, el país decretó como monumento natural estas mesetas, establecidas como «áreas de protección, bajo la administración» del Instituto Nacional de Parques (Inparques), para «conservar y resguardar 25 de estas particulares formaciones geológicas de millones de años de antigüedad», de las cuales 10 están en el estado Bolívar y 15 en Amazonas, según el Gobierno.
Los tepuy, con paredes verticales y cimas relativamente planas, han sido universalizados en la literatura por Arthur Conan Doyle y en el cine por «Up», y son típicos de Canaima, que alberga el Salto Ángel, la caída de agua más alta del planeta con 980 metros, que nace en la cima del Auyan Tepuy.
La ONG SOS Orinoco alertó, en febrero de 2022, de la celebración de varias fiestas en la cima de un tepuy que «violan los reglamentos que están diseñados para proteger justamente la fragilidad ecológica de este lugar único en el planeta».
Esta organización ha advertido sobre los daños en Canaima por la minería, que a pesar de estar «prohibida» dentro del parque nacional, se ha evidenciado que se ha expandido y ha afectado a «formaciones naturales de importancia ecológica, sumiendo en violencia al pueblo pemón y contaminando con mercurio los ríos y comunidades indígenas».
Foto: Piel de Tepuy, de Rodolfo Gerstl