Por C. Elena Castillo
Todos en algún momento hemos sentido agotamiento emocional, por estar en varias situaciones o en distintos ámbitos en donde los conflictos abruman los sentimientos y no hay fuerza para avanzar. Sin duda, el agotamiento emocional “es la disminución de energía, sentimiento de desgaste emocional y físico, asociados a una sensación de frustración y fracaso.”
Es importante señalar, que este estado de ausencia de energías y falta de motivación ocasionado por una sobrecarga y el esfuerzo psicológico provoca problemas de sueño, disminución de los recursos emocionales, e incluso, baja autoestima acompañada de tensión. Esta sobrecarga de emociones se produce generalmente cuando hay problemas sin resolver, situaciones abrumadoras o cambios importantes.
Actualmente el agotamiento emocional está relacionado al “Síndrome de Burnout” pero no necesariamente se da por el estrés laboral, también se desarrolla en la cotidianidad, los problemas en las relaciones de pareja, los hijos, los quehaceres del hogar, el trabajo, responsabilidades, en fin, con múltiples tareas que enfrentar, el nivel de fatiga percibido es tan alto que no hay la capacidad suficiente para afrontar el día a día.
El cansancio emocional no diferencia entre niños, adolescentes, ama de casa, profesionales, trabajadores, estudiantes universitarios, mujeres ni hombres. Cualquiera puede sentirse agobiado y cansado a punto de colapsar por el exceso de tareas. Por lo que hablaremos del ama de casa, que tal vez, por ser una ocupación común y desempeñarse en el hogar, no implica presión.
Nada más lejos de la realidad, y es que el ama de casa está expuesta a una gran cantidad de estresores; trabajo intenso, el exceso de responsabilidad, la ausencia de momentos de ocio. No tiene un horario, desde que se despierta hasta que se acuesta debe estar activa para cubrir las necesidades de su familia y casi todas las tareas dependen de ella.
Los estudios destacan que se debe estar alerta ante los siguientes síntomas; cansancio físico, insomnio o hipersomnia, falta de motivación, problemas de concentración y de memoria, hipersensibilidad e irritabilidad, dolores de cabeza, problemas gastrointestinales y sentirse menos tolerante. Por eso, hacer un alto en la rutina servirá para reducir el cansancio emocional.
Esto implica esfuerzo físico y esfuerzo psicológico, este último lleva a la fatiga mental (asociada con angustia, depresión y minusvalía) las personas que padecen agotamiento emocional no saben decir que “no”, hacen pocas actividades de autocuidado y no toman un descanso o vacaciones. Por tal motivo, se recomienda:
Establecer límites y prioridades.
Descansa adecuadamente.
Desconéctate un rato de las responsabilidades.
Realiza tus hobbies y actividades de autocuidado.
Haz ejercicios de relajación o meditación.
Hidrátate adecuadamente.
Comunícate de manera asertiva.
Escucha a tus emociones y a tu cuerpo.
Busca apoyo y acompañamiento de un especialista quien te brindará estrategias de afrontamiento.
Las investigacionesseñalan los beneficios del ocio y lo definen como “un conjunto de ocupaciones de dedicación voluntaria empleada para descansar, divertirse o desarrollar crecimiento personal y laboral de manera voluntaria.” Sin duda alguna, es imprescindible dedicar tiempo de calidad al cuerpo, mente y alma para resguardar la salud mental.
Beneficios de tener tiempos de ocio.
Potencia tu creatividad.
Aumenta tu autoestima.
Fortalece tu sistema inmunológico.
Reduce los niveles de estrés y ansiedad.
Mejora tu sueño.
Te ayuda a tu crecimiento personal.
Mejora tus relaciones interpersonales.
Fuente: http://www.scielo.org.co (Univ. Salud vol.23 no.1/ 2021)
Foto: internet