Tomó un avión al día siguiente que la trajo de vuelta desde Estados Unidos a Venezuela. En sus planes no estaba regresar tan rápido, pero a veces el destino cambia luces por sombras. Erlymar lo tiene claro; lo vivió en carne propia hace año y medio.
Perturbada por el duelo, se enfrentó a otro golpe cuando tuvo que declarar en la policía: su hija Sofía, de tan solo 12 años, había sido abusada y asesinada. “La muerte de una hija nunca se supera. Puedes seguir viviendo, pero nada será igual. Toca seguir adelante, de la mano de Dios, quien me da fortaleza”, asegura.
Erlymar lleva una carga de tristeza a cuesta. Su vida ya no es la misma, pero la promesa que se hizo de hacer justicia no le permite rendirse.
El pasado 28 de julio, el Tribunal Primero de Juicio del estado Miranda, extensión Barlovento, Guarenas y Guatire, condenó a 30 años de cárcel a Carlos Gabriel Herrera Milazzo, de 33 años, por los delitos de femicidio agravado y abuso sexual a una niña en grado de continuidad.
Este hombre era el padrastro de Sofía. El juez Luis Jiménez aceptó los cargos de la Fiscalía 21 del estado Miranda, con competencia en penal ordinario de niños niñas y adolescentes, cuyo titular es el abogado Andrés Navarro.
La madre de Herrera, Lorena Mercedes Milazzo Istúriz, de 53 años, también fue juzgada por cómplice no necesario de femicidio agravado y sentenciada a 12 años de cárcel.
“Los años sentenciados no son suficientes para mí. Las penas deben ser actualizadas de acuerdo con los delitos cometidos; sin embargo, hacer justicia me da un poco de paz, aunque no me devolverá a mi Sofi”.
La migración y la desgracia
A la hija de Erlymar Romero la asesinaron el 24 de enero de 2022. Según las investigaciones del Ministerio Público, Carlos Gabriel Herrera Milazzo abusó de la niña y luego la lanzó del piso 7 del bloque 40 de la urbanización Menca de Leoni en Guarenas, estado Miranda.
Erlymar conoció a Herrera Milazzo en Ecuador en el año 2017 y meses después decidieron formalizar su relación. Ella tenía ya dos años en ese país, al que emigró en 2015 junto a sus hijas, que tenían 13 y 5 años en ese momento. En 2020, la pareja tuvo un hijo que ahora tiene 2 años.
La meta era radicarse en Estados Unidos. Con ese proyecto en mente planearon casarse; sin embargo, en Ecuador se les hacía difícil, así que regresaron a Venezuela.
En mayo de 2021 contrajeron matrimonio en el estado Aragua, de donde es oriunda Erlymar, y se fueron a vivir a Guarenas, en casa de la mamá de Herrera Milazzo, mientras planificaban volver a emigrar.
“Le propuse a Carlos que cruzara él por frontera, ya que no tenía visa, y yo me quedaba aquí con los niños, pero no le gustó la idea. Entonces decidimos que me iría yo primero, pediría asilo y los incluiría a todos en la solicitud”. Ese reencuentro no pudo concretarse.
“Nadie puede juzgar una historia que no vivió”
El 4 de julio de 2021, Erlymar ya estaba en suelo americano. En ese país trabajaba de 8:00 am a 6:00 pm en labores de carpintería y en la noche hacía deliverys. Desde EE. UU. cubría todos los gastos de su familia, incluso de algunos parientes de Carlos Herrera Milazzo.
“Nunca abandoné a mis hijos. La gente hace acusaciones sin conocer la realidad y nadie puede juzgar una historia que no vivió. Estamos mal como sociedad. Yo no soy la primera mujer ni la última que sale del país en busca de un mejor futuro para sus hijos”.
Trabajó para pagar los boletos de sus hijos y de Herrera Milazzo. Solo faltaba un mes para que ellos viajaran a EE. UU y se reencontraran. Pero la noticia que recibió a las 10:30 pm del 24 de enero de 2022 cambió la historia y a las 3:00 pm del 25 de enero de 2022 regresó a Venezuela.
Cinco días después descubrió una verdad que se sumó al dolor de perder a su hija y la devastó: Sofía era abusada desde hacía cinco meses por su padrastro. Antes de que se dictara la sentencia del juez sobre este caso, Erlymar regresó a Estados Unidos con su hijo menor de dos años. Lo hizo en enero de 2023. En ese país están sus padres y su hija mayor, de 21 años.
“Me fui de Venezuela, porque la familia de su papá me amenazó con quitarme a mi hijo. Hubo persecución en mi contra y mucha presión”.
Toda la redacción es tomada del portal digital El Pitazo
Foto: Tomada de El Pitazo