Por C. Elena Castillo B
Las redes sociales fueron creadas con el fin de construir vínculos entre diferentes usuarios y se convirtió en un fenómeno global en la vida de las personas, su alcance permitió establecer espacios de discusión sin fronteras, ni límites ideológicos.
Gracias a la conectividad, se conocen distintos contextos a los que muchos se encontraban ajenos, para los jóvenes y adolescentes, es un medio que facilita la expresión de sentimientos a través de imágenes, videos generando una comunicación más rápida y eficaz.
Sin embargo, se desconoce el peligro que tiene crear un perfil, una vida virtual y el uso excesivo de las misma, el flujo de información trae problemas como la posverdad, las noticias falsas, la opinión irresponsable y el aumento de las dificultades psicológicas, pues es difícil ocultar que, la distorsión de la realidad en la creación de contenidos se ha visto promovido por las redes sociales.
Ante esto, un estudio llamado “Status of mind” ha revelado que a pesar de que estas plataformas presentan grandes oportunidades para innovar, aprender y ser creativo, también hacen perder el contacto con la realidad. Refleja que una de cada cuatro personas en todo el mundo utiliza alguna red social.
Al mismo tiempo, añade que “el 91 % de los jóvenes entre 16 y 24 años usa internet solamente para navegar por las redes sociales, y el uso está vinculado a mayores tasas de falta de sueño, ansiedad y depresión.”
Cabe destacar que los trastornos mentales se caracterizan por una combinación de alteraciones del pensamiento, la percepción, las emociones, la conducta y las relaciones interpersonales. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, “dificulta a la persona su adaptación al entorno cultural y social en el que vive y crea alguna forma de malestar subjetivo.”
Es preciso mencionar, que investigaciones enfocadas en analizar el bienestar y la Salud Mental señalan que “las redes sociales han revolucionado la forma de conectar, interactuar y comunicar entre amigos, familiares y desconocidos. Y las plataformas sociales más populares son fuente de múltiples beneficios y ventajas para sus usuarios, pero también generan efectos secundarios poco saludables.”
Es importante señalar que el mal uso de las redes ocurre cuando se utiliza para aliviar algún malestar como el estrés, o la sensación de soledad, la persona tiende a involucrarse por las distintas recompensas que estas ofrecen, y experimenta sensación de pertenencia, autoeficacia y satisfacción. De esta manera se empieza a ignorar las relaciones reales cambiándolas por la interacción virtual cotidiana.
Las consecuencias son muchas, entre ellas el fenómeno denominado “FOMO” (Fear Of Missing Out, en inglés) que se entiende como el miedo a estar ausente, conducta genera un comportamiento compulsivo de conectarse frecuentemente a las redes.
“Está relacionado con la ansiedad generada por el temor a perderse un evento social o cualquier otra experiencia positiva, especialmente del tipo de actividades que te enteras vía redes sociales.”
Recomendación
Limita el uso de las redes sociales en 10-20 minutos diarios, disminuye significativamente los síntomas depresivos y de soledad.
Busca tu bienestar subjetivo en la promoción de un estilo de vida más saludable.
Activa las alertas de Instagram o YouTube para limitar el uso.
Busca alternativas de ocio no digitales permite reforzar las relaciones interpersonales cara a cara (compartir almuerzo, conversación entre pares, contacto físico).
Conectar más con nosotros mismos y nuestras emociones (contacto con la naturaleza y respiración consciente).
Con respecto a los jóvenes y adolescentes es primordial resaltar el rol de los padres y educadores para guiar en el uso responsable de las redes sociales.
Después de 4 semanas teniendo un uso limitado, se reduce el “miedo a perderse algo” y la ansiedad (Hunt et al., 2018).
El celular, no es una herramienta perjudicial, sus funciones pueden brindar apoyo tanto laboral como académico. Sin embargo, es importante determinar las situaciones de riesgo para poder corregir el uso desadaptativo a las plataformas digitales, así como desarrollar habilidades sociales y de autoestima.
“Un uso consciente y responsable evitará efectos negativos en el bienestar psicológico, salud física y relaciones sociales.”
Fuente:
Varchetta, M y otros (2020). Adicción a redes sociales, miedo a perderse experiencias y vulnerabilidad en línea en estudiantes universitarios.
García, D (2020) La influencia de las redes sociales en la salud mental de jóvenes y adolescentes. Trabajo social
Hunt, M y otros (2018). No más FOMO: limitar las redes sociales disminuye la soledad y la depresión. Revista de Psicología Social y Clínica.
Imagen: tomada de Internet