Habitantes de distintos sectores de Cumaná, estado Sucre, pidieron a las autoridades locales y a la empresa Hidrocaribe declarar en emergencia el sistema de aguas servidas, por cuanto existe el peligro inminente del desarrollo de epidemias, en vista de que no hay control alguno sobre las cloacas desbordadas.
La Fundación Construyen País y el Colegio de Ingenieros de Venezuela (CIV), acudieron a la capital del estado Sucre para dictar el taller de Organización y Gestión Comunitaria de los Servicios Públicos, como parte del Proyecto de Promoción de la Organización Comunitaria para Mejores Servicios Públicos (PROCO+SP).
El presidente de la Fundación, Richard Casanova, destacó que tras la actividad hicieron un recorrido por toda la ciudad en compañía de los líderes sociales, a fin de constatar las denuncias que recibieron durante el taller.
“Recorrimos la ciudad y comprobamos el severo estado de deterioro del sistema de aguas servidas. Es realmente preocupante, yo diría alarmante lo que ocurre en Cumaná, porque constituye una amenaza sanitaria general para la población. Las aguas negras corren libremente por las distintas calles y avenidas”, indicó.
De hecho, el también miembro de la directiva del CIV, alertó sobre los problemas de salud pública (gastrointestinales, dermatológicos y respiratorios) que pudieran generarse en la población, de no atenderse a tiempo el tema de la disposición final de aguas servidas.
En tal sentido, Casanova se unió al planteamiento hecho por los dirigentes locales de llamar la atención de las autoridades municipales y de Hidrocaribe, para que declaren la emergencia y asuman, con la premura que el caso amerita, su responsabilidad en la resolución de este problema que, además, no es nuevo.
Pero también el presidente de la Fundación Construyen País hizo hincapié en el hecho de que la inadecuada disposición final de las aguas negras, incide de manera directa en el desarrollo económico del estado. Recordó que Sucre “tiene una clara vocación turística. Y en particular la ciudad de Cumaná tiene un potencial de desarrollo turístico extraordinario que se ve limitado y afectado por esta situación de las aguas servidas”.
Casanova no concibe el desarrollo sin servicios públicos óptimos. El servicio eléctrico, por ejemplo, es transversal a todos los demás. “No es posible el desarrollo industrial sin energía eléctrica; no es posible el desarrollo turístico sin agua o sin luz; no es posible el desarrollo comercial o el agropecuario sin servicios públicos de calidad, sin transporte para garantizar la movilidad de la ciudad y tener ciudades productivas”, destacó.
Además recordó que hoy el mundo está transitando por la vía de las ciudades inteligentes, para lo cual necesita un servicio de telecomunicaciones insuperable. “Las telecomunicaciones son parte esencial de la ciudad y nosotros en Venezuela todavía, estamos preocupados porque ni siquiera tenemos agua”.
Insistió en que debemos avanzar de manera acelerada, pero para lograrlo –dijo– los liderazgos locales, municipales, de base, deben estar dotados y capacitados para abordar el tema de los servicios públicos con eficiencia, y organizados para contribuir a la solución de los problemas.
En este taller que se celebró en Cumaná, participaron líderes sociales de toda la ciudad, así como la presidenta del Centro de Ingenieros del estado Anzoátegui, Cristina Santana, quien tuvo la responsabilidad de dictar el módulo sobre el mapa de los procesos. Con este se pretende dotar a los participantes de los conocimientos necesarios para entender la lógica de los procesos y las herramientas que permiten ejercer contraloría a los servicios públicos.
El problema de la disposición final de aguas residuales en Cumaná y otros municipios del estado Sucre no es nuevo. Desde hace más de 35 años no funcionan los más de 25 sistemas de bombeo de aguas servidas, los colectores están caídos y los sistemas de drenajes superficiales (bateas) se encuentran destruidos. A ello se suma la construcción de urbanismos no planificados, que contribuyen al colapso de las cloacas.
Prensa Fundación Construyen País